viernes, 31 de diciembre de 2010

LOS DESAFÍOS DE LA LUCHA DESDE ABAJO FRENTE AL AVANCE DE LA CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA

Las recientes detenciones de dos trabajadores ferroviarios y militantes de “Causa Ferroviaria Mariano Ferreyra”, acusados de obstrucción de vías y extorsión por el corte de vías en Avellaneda (el ultimo delito prevé penas de tres años en adelante y no es excarcelable), no hacen mas que confirmar una peligrosa tendencia de judicialización de la protesta social y estigmatización de los sectores que luchan por fuera de las burocracias sindicales oficialistas o las que provienen del riñón duhaldista.

En su interna dentro del espectro peronista, el gobierno K pretende avanzar asociando peligrosamente a los sectores combativos con los que provienen de la derecha peronista comandada por Duhalde. Una relación insólita y alocada, aunque en muchos aspectos no se compartan metodologías y estrategias.

La doble vara del gobierno nacional es evidente. A los luchadores se les aplica lo mas duro del código penal y se los acusa de delitos (cortes de vías, cortes de rutas, después será tomar universidades, reclamar en las calles), mientras que a los sindicalistas enriquecidos y burócratas (ladrones de “guante blanco”) se los protege, encubre o se les da vía libre.

La intencionalidad es clara: anular todo reclamo social acusándolo de destituyente. Lo mismo pasó en el Indoamericano, donde numerosas familias reclamaban un techo digno ante la insuficiente política de vivienda de los gobiernos de la ciudad de Buenos Aires y Nacional. Muchas de esas familias fueron expulsadas de sus países o provincias por el avance de la soja y la minería, proceso acentuado en los últimos años. No olvidamos las palabras de Aníbal Fernández cuando señaló que “todo aquel que tome un espacio publico no tendrá derecho a la vivienda”, sumando otro grano de arena a la intentona estigmatizadora.

Estas afirmaciones del gobierno K no se diferencian de otras similares realizadas por el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri y sin ir mas lejos, de las vertidas por los funcionarios de nuestra ciudad que llevan adelante la misma política que impide a quienes toman terrenos ingresar a planes de vivienda por ser “usurpadores”.

Otro antecedente reciente de la estigmatización u oído sordo del gobierno K a los reclamos sociales, lo constituye la falta de respuestas a los reclamos de representantes de la comunidad Qom del Chaco, que permanecen realizando una huelga de hambre y tras varios pedidos de audiencia con la Presidenta y el Ministro Randazzo, jamás fueron recibidos.

Llegamos al fin de un año marcado por este peligroso avance de la criminalización de la protesta. Un año en el que fue brutalmente asesinado el militante Mariano Ferreyra. La misma suerte corrieron tres jóvenes en Bariloche y uno en Viedma en manos de las balas del gobierno radical de Saiz. Otras dos victimas se cobró el reclamo de los Qom en Chaco, mientras el militante social Roberto Martino continúa preso por reclamar por los crímenes del estado israelí. A todo esto hay que sumar los vecinos asesinados en la toma de Villa Soldati en manos de las patotas y las policías.

En este sentido, según el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) en su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en Argentina en el 2010, “el gobierno nacional ha hecho una bandera de la actitud de no reprimir el conflicto social, pero como resulta evidente no controla lo suficiente para que sus estructuras dependientes apliquen esa norma, o no reacciona cuando quienes reprimen son aliados políticos provinciales.”

Todo esto configura un escenario complejo, donde no hay que obviar las internas políticas frente a la inminencia de las elecciones (con los sectores de la derecha peronista jugando su juego).
Sin embargo, creemos que existe una terrible deuda social, sobre la que se cuelgan intereses ajenos, que se contradice con el crecimiento económico que vive el país y permite que permanezca un escenario social de fuertes demandas que inevitablemente tenderá a agudizarse.

Pese a este cuadro, desde el DEMo seguimos viendo con optimismo las diversas luchas sociales que crecen en el país y el continente. Reivindicamos las luchas de los trabajadores a través de comisiones internas y cuerpos de delegados que cuestionan a sus conducciones burocráticas, celebramos la recuperación de tierras por parte de las comunidades originarias y campesinas en todo el país, abrazamos las luchas de las asambleas contra la minería y la contaminación, reivindicamos las demandas de las organizaciones piqueteras por trabajo digno y cooperativas sin punteros, festejamos el crecimiento de las experiencias de fabricas sin patrones y acompañamos el crecimiento de las agrupaciones estudiantiles independientes y de las diversas formas de autoorganización y movilización en las facultades, que se plantean como clara alternativa a los partidos.

Hoy, cuando tanto se habla del retorno de la política, celebramos la emergencia de los jóvenes como protagonistas esenciales de la construcción de una nueva política, lo que reafirma la clara continuidad de los efectos rupturistas con la vieja política y de apertura de lo nuevo que generó el 19 y 20 de diciembre de 2001.

Una nueva política surgirá de nuevas formas de organizarnos que nos ayuden a revertir las relaciones sociales vigentes en este sistema. Reproducir lo existente, con métodos y estrategias viejas, solo contribuye a eternizarlas. Este es un camino sin atajos, que seguiremos caminando con aciertos y errores, pero con la convicción de que algo se sigue gestando desde abajo.
D.E.Mo.
-Democracia Estudiantil Movilizada-
INDEPENDIENTES

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